A partir del uso de fuentes oficiales, en este informe (realizado por Data Cívica e Intersecta) ofrecemos un análisis que permite contrastar el uso y abuso de la fuerza que hacen las policías y las fuerzas armadas. Considerando la desproporción que hay entre policías y fuerzas armadas en cuanto a la percepción ciudadana, esperaríamos que, en términos de uso y abuso de la fuerza, las policías fueran sistemáticamente peores que las fuerzas armadas. No obstante, con los indicadores que aquí utilizamos, no encontramos ese patrón. Por el contrario, descubrimos que el abuso de la fuerza, incluida la tortura y la fuerza letal, es igual o incluso más frecuente para los casos en los que se involucran elementos de las fuerzas armadas, comparados con aquellos en los que participan las policías. Más aún; esta tendencia es una constante en el tiempo, a pesar de los cambios de sexenio.
Persiste, incluso, en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador: es más común que las fuerzas armadas abusen de la fuerza que las policías.
Nuestro análisis no significa que las policías sean perfectas. De hecho, confirma que también abusan de la fuerza. Es una realidad que tenemos un problema con las policías. Nuestro análisis sí muestra, sin embargo, que las fuerzas armadas tampoco son perfectas. Si se mira su uso y abuso de la fuerza, esa “ventaja comparativa” que se argumenta que tienen, no existe. Por lo tanto, el utilizar a las fuerzas armadas para labores de seguridad pública conlleva riesgos importantes para los derechos humanos. Y estos riesgos no deben obviarse en la discusión pública sobre la iniciativa presidencial. Si tomamos en cuenta que la supuesta superioridad de las fuerzas armadas sobre las policías no es tal y que son iguales o incluso peores en lo que al uso de la fuerza en funciones de seguridad pública se refiere, la elección entre unas y otras deja de ser obvia. Considerando lo anterior, la pregunta es: ¿por qué invertir más en las fuerzas armadas que en las instituciones civiles?, ¿por qué apostar por profundizar la militarización, en lugar de construir una ruta civil?
De manera concreta, en el informe utilizamos tres fuentes de datos de origen gubernamental: la Base CIDE-PPD, la Base Oculta y la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (Enpol 2021).
En la sección de descarga de esta página puedes acceder al informe y a su comunicado de prensa. Te invitamos también a seguirnos en Instagram, en donde hemos publicado varias infografías sobre esta investigación.